Mentoplastia o Cirugía de mentón

Información para quien busca acceder a una cirugía de mentón en Rosario


Mentoplastia en Rosario

¿QUÉ ES UNA MENTOPLASTIA?

El tamaño y la forma del mentón -usualmente conocido como pera- son elementos clave a la hora de analizar el grado de armonía que presenta un rostro, tanto de frente como -en especial- de perfil. Un mentón demasiado grande o uno por demás pequeño pueden funcionar como verdaderos obstáculos para quien desea que su cara proyecte atractivo. Para aquellas personas que no se sienten a gusto con el aspecto de su mentón, existe un procedimiento quirúrgico denominado mentoplastia , también conocido como cirugía de mentón. Una cirugía de mentón puede buscar tanto una disminución de tamaño -en ese caso se denomina mentoplastia de reducción -o bien tener como objetivo agrandar esa parte del rostro -mentoplastia de aumento-. En cualquiera de esas dos variantes, la premisa siempre es apuntar hacia una imagen facial armónica.


Según las características y las necesidades de cada paciente, el profesional actuante puede elegir entre tres técnicas a la hora de encarar una mentoplastia de aumento. Sin dudas uno de los abordajes más empleados en este tipo de procedimientos es el consistente en un implante de silicona a través de un corte intrabucal -lo cual conlleva la gran ventaja de no dejar futuras cicatrices a la vista- o en la parte inferior de la barbilla. Las otras opciones que puede elegir el cirujano para producir el aumento de mentón son la infiltración de contenido graso extraído de otra zona del cuerpo del propio paciente o lograr una avance de la estructura mandibular. En caso que la mentoplastia a llevar a cabo sea de disminución, se deberá proceder con un lijado óseo que se lleva a cabo por dentro de la boca.

Siempre que las circunstancias lo permitan, una mentoplastia , ya sea de aumento o disminución se lleva adelante bajo la siempre preferible anestesia local. Sólo en casos de especial complejidad se deberá actual con los efectos de la anestesia general.

Por lo general la mentoplastia es una intervención de modalidad ambulatoria, lo cual significa que no suele demandar hospitalización tras la operación, aunque puede ocurrir que el cirujano decida indicar una estadía en clínica de 24 horas para un seguimiento más cercano de la evolución del o la paciente. En tanto, la duración de un procedimiento de estas características suele ubicarse en un tiempo cercano a la hora y media. Por supuesto, como sucede con cualquier cirugía, el grado de complejidad puede incrementar o reducir esa extensión.

Después de pasar por una mentoplastia, el cirujano estético colocará un apósito para proteger la zona tratada, el cual deberá mantenerse por un tiempo estimado de una semana. Y si bien los dolores que pudieran sobrevenir cuando pase el efecto de la anestesia no suelen ser para nada intensos, se receterán medicamentos calmantes para los primeros días de postoperatorio. Por lo demás, el profesional recomendará evitar los esfuerzos físicos pronunciados, especial cuidado a la hora de la higienización dental y tratar de no exponerse al solo por aproximadamente un mes, hasta ceda la hinchazón lógica que implicará la intervención.

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